domingo, 28 de octubre de 2012

me voy a Judo

En Beijing sigo entrenando Judo.
Lunes, martes, jueves y sabado de 7 a 9 de la tarde. ni una semana desde que empeze en este gimnasio he cumplido el horario entero.

Coincide con otras cosas, otros eventos, cenas, los jueves con el futbol, 

los viernes con las salidas en bici, ah! que el viernes no hay judo.

En una clase de 25 personas. Unos 7 u 8 cintos negros, algunos azules, verdes y muchos blancos. Ese no es problema, en China no hay federacion de judo y el color cambia a criterio del profesor o a demanda del alumno, lo toman como un proceso de aprendizaje. No se desglosan niveles, ni tecnicas por niveles, todos hacen todo. 

El primer dia, me coloque en la fila, en cuarta posicion (no dije mi nivel), realize el saludo y el profesor dijo algo que provoco las risas de todos, me volvi y vi que las unicas zapatillas al borde del tatami mal colocadas eran las mias. Eso no ha vuelto a suceder.

Martes judo suelo.

Antes practicaba judo en la Casa de Alemania pero las clases las da un frances, no tienen gente suficiente e invitan a algunos alumnos de jijitsu brasileño que se practica una hora antes. No me gustan, no se saben las reglas y me hacen daño. 

De vez en cuando recibiamos visitas de judokas de un gimnasio chino, un dia pregunto donde era, y me cambie. De esa manera empeze con ellos.

Todos los dias 20 minutos de calentamiento, una hora de uchi komi y media hora de randori. Para acabar 15 minutos de diversos ejercicios con autopeso.

Yo voy en bici desde casa, el dojo esta cerca de la estacio central de Beijing, al sureste de Tiananmen.
El precio son 28 rmb dia. Se compra una tarjeta de diez sesiones y cuando se acaba compras otra, de esa manera solo pagas los dias que asistes a clase. buen sistema.

Soy el unico extranjero. Me llaman el "xinjiaren", persona de xinjiang , al oeste de china de mayoria musulmana. 
Una fabulosa manera de practicar chino. 
El judo no es tan facil cuando el profesor explica las tecnicas con el nombre japones en chino con acento chino, ya que durante toda mi vida practique judo con un profesor que daba los nombres japoneses en español con acento español.

Nunca se practica kata. No existe. 

Quiero acceder ami siguiente grado pero debido a que en China no hay Federacion he de viajar a Japon, cosa que me encantaria ya,que por otro lado seria en mi caso como asistir a La Meca. 

Alli en Tokio, el Judokan, conocida como la Universidad del Judo ofrece los cursos para obtener un siguiente grado pero de una manera muy especial. No convalidan.
Tienes que hacer un curso de dos semanas estando en la residencia, no es caro. Es duro. Muy duro.
Tras estas dos semanas te otorgan un grado y un posible examen acceso para el siguiente grado. para ello te asignan un tutor. 
Es mi asignatura pendiente, ir alli, entrenar, disfrutar, caer, levantarme, volver a caer y agradecer cada segundo el vivido alli.

Me gusta el judo. 3 DAN.

Un verano en imagen (II)











martes, 16 de octubre de 2012

Messner, el Everest y Disneylandia


Messner lamenta la situación actual de deterioro que vive la montaña mas alta del mundo en un artículo que publica la revista GEO. Debido a su interés y la reflexión que provoca Messer con su escrito, me ha parecido que podía resultar interesante compartirlo en el blog.

Messner, el Everest y Disneylandia

-”Arriba en la montaña del Everest, el cielo no es luminoso, sino negro. Sólo hay vacío. También en la cabeza. Es como si te hubieran rellenado el cerebro con algodón. Cuando Hillary alcanzó esta cumbre, el 29 de mayo de 1953, no había iluminación. Quizá, el sentimiento agradable de ser el primero. Después de tantas tragedias y muertos, la misión fue cumplida: Gran Bretaña hizo una conquista más, el mundo tenía un secreto menos. Si pienso en aquel momento o, aún más, en George Mallory, que debió de fracasar en 1924, cerca de la cumbre, me sobrecoge la felicidad. Como si los alpinistas pudieran mover algo en el ruedo de la soledad. En este escenario infinito. Como si las montañas, especialmente las no coronadas, fueran demasiado grandes para los humanos.
Cuando en 1978 yo mismo me arrastré por primera vez por el techo del mundo –con miedo y los pulmones al borde del colapso– no había lugar para la euforia. Arriba sólo sentía temor de no poder bajar. Mi compañero Peter Habeler no se quedó ni diez minutos. ¡De rodillas a la cumbre y enseguida abajo! Como si estuviera huyendo. Así de escasos son las fuerzas y el tiempo allí arriba. Este es el problema. Dos años más tarde, volví a tener un sueño: coronar el Everest en solitario. Sólo y en pleno monzón me enfrenté a la tarea que me impuse a mí mismo: llegar a la cumbre por la cara norte. De nuevo, sin máscara de oxígeno. Y contra todas las demás reglas del montañismo. Como si se tratara de buscar la posibilidad de perecer. Durante tres días, soporté sed, agotamiento e insomnio. No había espacio para la felicidad. Y arriba del todo no había redención. Sólo el sentimiento de estar perdido en el borde superior del mundo. Estaba como anestesiado, en trance. Me sentía pesado como una piedra. Después de una hora tuve fuerzas para levantarme y bajar.
El Everest, una montaña que ha perdido el título de imposible
Lo de un Everest “imposible” se acabó. Para siempre. Los clientes de los touroperadores buscan comodidad y prestigio, no incertidumbre. Al crecer el número de personas que llegan a la cumbre se reduce la tendencia de pensar en el final. Los turistas-consumidores buscan un beneficio superficial. Han convertido el ruedo de la soledad en un parque de atracciones, han banalizado el camino al nirvana con infraestructuras y han declarado clímax la hora en la cima.
La sociedad de la diversión sube al techo del mundo a centenares. Pero ahora lo único que se puede comprar es el “honor” de participar. No la experiencia de perderse. El último lugar de los sueños se ha convertido en punto de convergencia de las vanidades. En los viajes de grupo se pierde la posibilidad de experimentarse a uno mismo.
Quien contrata un viaje al Everest en la agencia lo hace porque le faltan conocimientos para coronarlo por su cuenta. Arriba, los clientes son felices. Creen estar más cerca del cielo. Mi propuesta: ¡que Disneylandia compre el Everest! La montaña formará parte del parque temático más alto del mundo. Arriba, los excursionistas pueden jugar a cruzar la última frontera con los sherpas. Si hay problemas, cámaras de vídeo colocadas en la cresta que lleva a la cumbre retransmitirán la lucha de los perdidos por sobrevivir. ¡Démos gracias a Hollywood! En un ataque de amor por la verdad, el mundo podría observar la suicida arrogancia de turistas con ínfulas elitistas, que confunden la cumbre del monte Everest con una playa de los mares del Sur“.


Reinhold Messner, alpinista del Tirol meridional, coronó en 1978 el Everest sin oxígeno adicional. En 1980 volvió para hacerlo, esta vez en solitario.

Respe(c)to


Los socialistas madrileños pedalean por el centro para pedir respeto a la 'bici'

Este titular del periodico, inofensivo y lleno de buenas intenciones que se supone sembrara un futuro mejor, despierta en algunas personas los instintos mas desaprensivos del ser humano.

Despues de leer que un grupo de concejales socialistas del Ayuntamiento de Madrid (podriamos hacer algunas apreciaciones con solo ver la foto!)
Quien ha comprado las bicis? Todas iguales
Porque no llevan casco? Si es obligatorio
Donde estaran esas bicis mañana?

Son ganas de quejarse por quejarse, y mas tarde si lees los comentarios de la noticia, te das cuenta que solo del nivel de crispacion social,

Si! a mi me gusta ver mas los comentarios que las noticias, son mas divertidos uqe las propias noticias, aunque solo sean son chascarrillos de gente aburrida, educada en colegios con pocos recursos y faltos de toda consideracion.

Hay dos que me ponen los pelos de punta:
-          Primero que los ciclistas respeten las normas de circulación y a los peatones y segundo que paguen un impuesto de circulación como el resto de vehiculos. Luego ya hablamos de pedir carriles bicis y de respeto.
-          Hay pocas bicis circulando y ya dan muchos problemas. Deben respetar a los peatones y no ir serpenteando entre ellos a toda velocidad.

Y otros que denotan odio enraezido hacia todo:
-          La verdad es que a lo sociolistos madrileños les importa una higa la bici y el puñetero respeto hacia ella. Ellos sólo lo hacen para dar por saco, pasarse unas horitas fuera del trabajo y, de paso, hacer el gil...s una vez más. Es que lo echan de menos. Lo que también se echa en falta es la presencia de la batucada de turno y el soplagaitas con zancos disfrazado de Tío Sam secundado por el guarro de las rastas haciendo malabares.

Ante esto comentarios se podria aplicar la frase de : ¨hay personas que mientras estan follando estan protestando¨

Aqui en mi barrio, en Maizidian, en Pekin, en China, somos muchos, millones, los que nos movemos en bici, no poruqe seamos personas deportistas, porque pensemos en el medio ambiente o porque nos guste malgastar tiempo en largos desplazamientos (yo tardo 45 m, 11k, en llegar al trabajo), montamos en la bici porque somos pobres, proque no tenemos dinero para coches

Tan solo queda pedir perdon por ocupar tanto espacio y no dejar sitio para que los conductores puedan aparcar.