- pai nai?
El ciclista asiente, esboza una sonrisa que el cansancio torna mueca, no responde y se sienta en el puesto de comida.
miles de veces ha escuchado la cansina pregunta. darimana? at kuda? you...going?, el insoportable donde vas o de donde vienes en decenas de lenguas. cuando a cada parada las primeras palabras que escucha son esas, en cada cruce, en cada tienda, en cada pozo de agua, ni el mejor de los animos evita el malhumor de quien llega agotado y por toda bienvenida recibe la dichosa pregunta.
ya quisiera el acogedor seinbanoon de las estepas mongolas, o el salaam aleikum arabe, incluso un estandar how are you seria suficiente. aunque de todos, su favorito es el sencillo swahili karibu, bienvenido, sin mas.
La diferencia entre la curiosidad inoportuna o el generar cierta acogida es abrumadora porque el ciclista no esta bajandose de un minibus climatizado sino que tal vez lleva dos horas a 45 grados, o se siente debil, o tiene frio, o ese dia esta bien, solamente cansado. un cansancio que necesita unos mitutos para ofrecer una buena cara y al que no ayuda la pregunta impertinente.
A veces ellos se dan cuenta y rectifican, suele haber un viejo o alguien mas educado que cuestiona si no es mejor preguntarle como esta, o si necesita algo. otras veces no, y se erigen en maestros de la paciencia y la comprension. en un mundo lleno de millones de analfabetos es necesario aceptar la bofetada y la idiotez, pues son el contrapeso de la amabilidad y el buen corazon. e indudablemente porque el viajero es un reflejo del mundo y unas veces es amable, otras un idiota y otras suelta una bofetada.
Junto a la queja y todo lo que la rodea habita una realidad que la irritacion quiere ocultarme -piensa-, no me estoy bajando de un minibus frente a un hotel, lo que recibo es el precio de ser un viajero, no un turista.
alguien que se detiene en un restaurante de caña y adobe en medio de la nada, se quita un turbante sucio, el polvo de la ropa, y va directo a beber de la tinaja fresca agua turbia con un asqueroso vaso de plastico, es alguien que viene de algun lugar y se dirige a otro. la pregunta es inevitable y a veces tan irresistible que se antepone a la educacion recibida.
con el paso del tiempo, la paciencia se ha hecho mas fuerte que la irritacion, aunque en ciertas ocasiones una fugaz rabia gana la batalla, que el ciclista justifica diciendo, sangre española.
cuando llega a los alrededores de un lugar turistico y recibe de los ninyos dedos señalandole, tourist tourist, sabe que desde ese momento por los dias que este ahi deja de ser quien va de un lugar a otro y se convierte en un turista mas. aunque la bici provoque curiosidad, hasta el hotel mas barato incluira en el precio la privacidad y la ausencia de preguntas cansinas. ser turista puede ser un descanso.
- Del planeta amo las montañas -solia decir Augusto-, pero como viajero mis lugares favoritos son los desiertos y las estepas. da igual el pais, son gente cuya sangre es la misma. vivian en interminables tierras que atravesar para llegar a un lugar de comercio. tenian solo tres cosas con ellos, agua, comida y refugio. hoy afortunadamente tienen algo mas, algunos cierto confort y pertenencias, pero lo esencial de ese triangulo se apoya firmememente en sus rituales y su modo de relacionarse. tambien en el modo en que reciben al viajero. si en la ciudad se creo la tecnologia, en el desierto broto la hospitalidad.
quien atraviesa el gobi no es un turista y ellos saben lo que anhela el que llega de paso, agua, comida y refugio. y le dejan en paz para que se recupere. despues, viene la conversacion, el intercambio de datos que en las circunstancias de un lugar remoto convierte a huesped y anfitriones en hermanos por una noche.
hacen la vida simple y su generosidad es pura, limpia, no esperan nada de quien se ira al dia siguiente. le dan lo que tienen y no piden nada. saben que todo lo que lleva es necesario, pues un viajero no carga con cosas prescindibles. No es un mercader, ni un turista. vive como ellos, en los terminos esenciales de la vida.
y cuando agotado, acaba el desierto y aparece el confort de una ciudad donde habita la abundancia, alguien tras la comida le pregunta que mobil tiene, o si tiene un gps. y no entienden y se averguenzan un poco, cuando el viajero responde que no tiene nada de eso, no lo necesita, lo que necesita es un lugar para lavarse y para dormir.
Gracias Salva, cuidate y avanza, que pobre del que no avanza.
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