Hay conceptos que son fundamentales a la hora vivir armónicamente con los chinos. Conceptos que lamentablemente muy pocos occidentales conocen antes de venir y ni siquiera aún estando en China se preocupan por aprende. Esto eventualmente los lleva a hablar demás y a juzgar y calificar a los chinos de manera errónea. Esto no es un intento de "defender" a los chinos pero al hablar de sus defectos o juzgarlos es mejor hacerlo desde el conocimiento y nunca desde la ignorancia.
Hay dos conceptos esenciales (entre otros) para entenderse con los chinos y para entender cómo funcionan las cosas en China. Ambos están arraigados a la cultura, vienen de muchos siglos atrás y aún hoy mueven el universo y definen la visión china.
Concepto de mianzi 面字.
traducida, la palabra mianzi 面子 significa, 'cara', pero su significado va mucho más allá y representa un concepto que es notablemente intrincado, difícil de entender y sobre todo, de incorporar al comportamiento y las relaciones en el día a día con los chinos. Mianzi en chino es un concepto que para nuestra cultura occidental podría traducirse mejor como, respeto, honor, credibilidad. De esta manera, pocas cosas hay peores para los chinos que "perder cara" (del inglés: lose face). Perder cara puede significar, desde la pérdida de credibilidad personal hasta la condena social y uno como visitante debe procurar no hacerle "perder cara" a ningún chino por los devastadores problemas de confianza que a un chino le puede crea si uno le hace "perder cara".
Insultar en público a un chino, ponerlo en ridículo, gritarle fuerte, exponer su falta de conocimiento sobre un tema frente a los demás, forzarlo a reconocer su desconocimiento en público aún sin el fin de desmerecerlo personalmente ni atacarlo, hacerlo reconocer abiertamente un error que cometió, son varias de las formas en las que se puede provocar la "pérdida de cara" de un chino. Y este es uno de los motivos por el cual las cosas a veces nos resultan tan difíciles a los occidentales en China.
Los chinos son muy cuidadosos, incluso hasta la hora de pelearse de no hacer que el otro pierda cara. Contrariamente, nuestros modos occidentales de confrontación directa pueden fácilmente provocarlo.
Pero cómo explicarles esto de manera más práctica. Es como si las relaciones entre los chinos no ocurrieran de manera directa, todo se dice, pero por detrás. Suena traicionero, no? pero no necesariamente lo es si es con el fin de preservar la "cara" de alguien.
Pero cómo se vive esto en el día a día en China.
Ejemplos. Si estoy perdido buscando una dirección y detengo a una persona para preguntarle cómo llegar a donde quiero ir pueden ocurrir dos cosas, que sepa o que sepa aunque no lo sepa. Traducido: Si la persona sabe, me va a decir cómo llegar, y si la persona no sabe, aún así me va a decir cómo llegar. esto forma parte del no poder reconocer el no saber. Otras respuestas posibles serían pretender que no entienden lo que se les dice, otras intentar ayudar cómo sea y muy pero muy pocas veces, decir: no sé.
Otro ejemplo: cuando alguien comete un error, se debe buscar la manera de que al intentar arreglarlo no decir algo que exponga el bruto error que ha cometido, por más que ella sepa que cometió un error. Esto lleva a tener que encontrar la manera de decir las cosas de manera indirecta, es decir, te muestro el error pero no te expongo ni deterioro tu imagen (mucho menos en público) ni te hago "perder cara".
Un ejemplo más: Se rompe la lavadora, hacemos el reclamo al propietario el cual cómo es lógico, asiente a todo, toma nota del caso y posteriormente NO procede a repararla. Insistimos, pero sigue sin hacerlo. que debemos entonces? Ir a gritarle? a decirle de todo porque nuestra ropa lleva sucia ya un mes y hay olores, NO, no se hace nada, sólo se deja de pagar la renta, luego de un par de meses cuando viene a pedir el dinero se le dice tranquilamente que no se pagó porque la lavadora no se arregló (esto aclaremos que implica 3 meses lavando la ropa en otro lado). Luego de sólo sonrisas, nos traen una lavadora nueva. Y así son los procesos de las cosas en China,.........
Curiosamente mentir no hace perder cara. Demostrar ineficiencia e incapacidad ante un acto hace perder cara pero mentir cubriendo esa misma ineficiencia no lo hace, sino que se toma a esa mentira como una sana preservación de la "cara" de uno. y no se juzga!
Por eso es que muchas veces uno en China no sabe donde está parado y pedir información sobre algo puede ser un hecho que lleva directamente a la frustración. Cuando uno quiere averiguar algo sobre algo ocurrido, uno puede escuchar las mil y un versiones sobre el hecho, ninguna cierta, sólo versiones, como si fuera un concurso de inventar argumentos. Esto atiza los nervios de una manera que uno sólo puede contener respirando hondo!!!!
En otro nivel, el fallar para entrar a una universidad o el salir reprobado en un examen son hechos que llevan a "perder cara" y en los peores casos conducir al suicidio.
Contrariamente, es posible usar la herramienta de hacerle "perder cara" al otro, generalmente a una institución para justamente generar el descrédito y la desconfianza en la misma.
No por cualquier cosa uno de los instrumentos más fuertes de poder sobre el otro que utilizaba el maoísimo en sus años revolucionarios era forzar a la gente e incluso a sus mismos miembros del Partido (comunista) a "auto denunciar" sus :"crímenes", los cuales podían ser el amor por las flores y los jardines o la apreciación por las artes o la culinaria, hechos catalogados como burgueses. Ahora, teniendo en cuenta el crucial concepto de mianzi 面字 para los chinos, ¿qué más efectivo que forzar a la gente a auto-denunciarse públicamente para destruir completamente hasta el último resabio de auto-estima y poder imponer su poder sobre el otro?
Y así son las cosas siempre en el día a día y puedo citar sinfín de ejemplos diarios con esta manera "indirecta" de proceder y aún así es un concepto social muchísimo más intrincado y que sólo los chinos entienden realmente pero lo importante es tratar de entenderlo un poco. Es por eso que uno puede encontrarse bastante seguido con patéticos occidentales tratando infructuosamente de obtener algo de un chino gritándole y humillándolo en público.
Creánme, si hay algo que en China no conducen a nada es gritar en insultar a alguien.
Concepto guanxi 关系。
Este segundo concepto está íntimamente relacionado con el primero. Guanxi 关系 puede ser descripto por algo así como 'conexiones'. guanxi 关系 mueve el universo chino. Diría que absolutamente casi todo el universo chino se mueve y avanza por guanxi el 关系, concepto que define el grado de relaciones y contactos de una persona en la sociedad. Una persona o familia puede o no tener guanxi 关系 y eso puede notablemente afectar para bien o para mal su posición y su progreso social. Guanxi 关系 es tener contactos y eso implica en China una el armado de una gran red de conexiones a través de la cual uno está siempre dispuesto a servirle a sus contactos como poder ser servido por ellos. Así es como esto muchas veces deriva en que el amigo de un amigo de un amigo puede conseguirle trabajo de constructor a un amigo de un amigo de un amigo que en realidad es mozo de almacen. Imaginen las consecuencias en las que esto puede derivar.
Si bien esto a los ojos nuestros puede compararse directamente con el clientelismo y la corrupción política de tantos países subdesarrollados, no implica necesariamente eso en China, (aunque sobreabunda también la corrupción).
Sería mejor dicho como un sistema de contención social a través de las conexiones que tiene o desarrollan las mismas personas y familias entre ellas.
Entonces ya lo sabeis, en China, siempre es bueno tener guanxi 关系 y nunca perder mianzi mianzi 面子!
La vida como un viaje. Con un punto de inicio y retorno, Carabanchel. Descripcion de lo que sucede delante de mis ojos y delante de las ruedas de Milana, mi bicicleta.
lunes, 31 de agosto de 2009
subete a mi camioneta y muere
Esta camioneta que ven en la foto no es una camioneta cualquiera (en este lugar que he encontrado para poder actualizar solo me deja subir alabras y no fotos, lo siento) la misma es parte de la nueva flota de camionetas diseñadas para llevar a cabo la pena de muerte de manera móvil, y esta foto es parte de la campaña publiciaria.
Estas camionetas se desplazan por todo China, de pueblo en pueblo, llevando a cabo las ejecuciones necesarias a nivel local, sin necesidad de transportar a los convictos a Beijing o a los centros regionales lo cual incurría en mayores gastos y complicaciones, porque no sólo eran los gastos de transporte y el tiempo involucrado sino que había que construir la infraestructura necesaria para llevar a cabo las ejecuciones. En cambio ahora las camionetas no sólo agregan la ventaja vital de la movilidad y la economía. Ahora todo se concentra en una cámara de ejecución "todo en uno" sobre ruedas. Según funcionarios del gobierno, también es una muestra más fehaciente en cada localidad del castigo merecido a quienes violan la ley. Según ellos, la presencia local de las camionetas tiene un mayor impacto aleccionador sobre la gente.
El interior de las camionetas consta básicamente de un receptáculo trasero equipado con una camilla (la cual los mismos funcionarios destacan como una sala mucho más humanizada) e instrumental usado por el administrador. La pena de muerte en estos vehículos se aplica através de inyección letal, método que se impone ya en un 40% de las ejecuciones. Las dósis son exclusivamente preparadas en Beijing y cargadas en las camionetas, la cual luego iniciará su agenda de ejecuciones por los pueblos de China.
China es un ferviente defensor de la pena de muerte y la administra más seguido que ningún otro país en el mundo. Es cierto que hay un factor proporcional que explica el número de ejecuciones anuales pero aún así la tasa anual sigue superando ampliamente a la de los demás países que castigan con pena de muerte. El problema es que en China, según los organismos de derechos humanos (y el sentido común), principalmente Amnesty International, se practica de manera oscura y suelen asociar a la cantidad de ejecuciones anuales con el muy rentable negocios de la venta ilegal de órganos en la cual suponen envueltos a varios funcionarios relacionados a la práctica.
El número de ejecuciones es reservado y el gobierno lo considera Secreto de Estado, con lo cual los números ocasionalmente dilucidados por fuentes oficiales (como todo valor estadístico en China) son siempre una mentira y un insulto a la población. Los números oficiales dicen 450 ejecuciones anuales, mientras los números oficiales de organismos de derechos humanos hablan de unas 1500, pero estiman que una aproximación más real andaría en el orden de los 5000-8000 ejecutados por año.
La implementación de la inyección letal es un intento por "humanizar" la pena de muerte y reducir todo sufrimiento fisiológico y psicológico al mínimo. Hasta hoy y desde hace décadas el medio tradicional para ejecutar sentenciados es el disparo en la cabeza. Las ejecuciones son públicas y un escuadrón armado dispone a los condenados de rodillas, se los invita a abrir la boca y se les dispara por la nuca para dejar salir el tiro por delante y no desfigurar la cara. El perdigón, especialmente diseñado, suele explotar ni bien entra a la cabeza matando casi instantáneamente al condenado.
Hoy, el sistema de ejecución se encuentra repartido, entre la inyección letal y el disparo, pero este último sigue siendo por lejos el más económico, con lo cual los pobres y los violadores de la ley más desgraciados y de menor peso social siguen siendo ejecutados de esta manera, mientras que los condenados con mayor poder y relevancia son recompensados con un paseo en estas nuevas y relucientes camioneta de la muerte.
Esta es otra historia más, entre tantas, del lado oscuro de China. Un lado que me es imperiosamente necesario contar, porque durante mucho tiempo he escrito sobre el lado más ameno y curioso que más me atrajo del país y el lado que me une a él, pero me pareció importante escribir sobre el tema.
Estas camionetas se desplazan por todo China, de pueblo en pueblo, llevando a cabo las ejecuciones necesarias a nivel local, sin necesidad de transportar a los convictos a Beijing o a los centros regionales lo cual incurría en mayores gastos y complicaciones, porque no sólo eran los gastos de transporte y el tiempo involucrado sino que había que construir la infraestructura necesaria para llevar a cabo las ejecuciones. En cambio ahora las camionetas no sólo agregan la ventaja vital de la movilidad y la economía. Ahora todo se concentra en una cámara de ejecución "todo en uno" sobre ruedas. Según funcionarios del gobierno, también es una muestra más fehaciente en cada localidad del castigo merecido a quienes violan la ley. Según ellos, la presencia local de las camionetas tiene un mayor impacto aleccionador sobre la gente.
El interior de las camionetas consta básicamente de un receptáculo trasero equipado con una camilla (la cual los mismos funcionarios destacan como una sala mucho más humanizada) e instrumental usado por el administrador. La pena de muerte en estos vehículos se aplica através de inyección letal, método que se impone ya en un 40% de las ejecuciones. Las dósis son exclusivamente preparadas en Beijing y cargadas en las camionetas, la cual luego iniciará su agenda de ejecuciones por los pueblos de China.
China es un ferviente defensor de la pena de muerte y la administra más seguido que ningún otro país en el mundo. Es cierto que hay un factor proporcional que explica el número de ejecuciones anuales pero aún así la tasa anual sigue superando ampliamente a la de los demás países que castigan con pena de muerte. El problema es que en China, según los organismos de derechos humanos (y el sentido común), principalmente Amnesty International, se practica de manera oscura y suelen asociar a la cantidad de ejecuciones anuales con el muy rentable negocios de la venta ilegal de órganos en la cual suponen envueltos a varios funcionarios relacionados a la práctica.
El número de ejecuciones es reservado y el gobierno lo considera Secreto de Estado, con lo cual los números ocasionalmente dilucidados por fuentes oficiales (como todo valor estadístico en China) son siempre una mentira y un insulto a la población. Los números oficiales dicen 450 ejecuciones anuales, mientras los números oficiales de organismos de derechos humanos hablan de unas 1500, pero estiman que una aproximación más real andaría en el orden de los 5000-8000 ejecutados por año.
La implementación de la inyección letal es un intento por "humanizar" la pena de muerte y reducir todo sufrimiento fisiológico y psicológico al mínimo. Hasta hoy y desde hace décadas el medio tradicional para ejecutar sentenciados es el disparo en la cabeza. Las ejecuciones son públicas y un escuadrón armado dispone a los condenados de rodillas, se los invita a abrir la boca y se les dispara por la nuca para dejar salir el tiro por delante y no desfigurar la cara. El perdigón, especialmente diseñado, suele explotar ni bien entra a la cabeza matando casi instantáneamente al condenado.
Hoy, el sistema de ejecución se encuentra repartido, entre la inyección letal y el disparo, pero este último sigue siendo por lejos el más económico, con lo cual los pobres y los violadores de la ley más desgraciados y de menor peso social siguen siendo ejecutados de esta manera, mientras que los condenados con mayor poder y relevancia son recompensados con un paseo en estas nuevas y relucientes camioneta de la muerte.
Esta es otra historia más, entre tantas, del lado oscuro de China. Un lado que me es imperiosamente necesario contar, porque durante mucho tiempo he escrito sobre el lado más ameno y curioso que más me atrajo del país y el lado que me une a él, pero me pareció importante escribir sobre el tema.
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